El Gran Festín
(versión completa)
De un junco desprendido, a una corriente
un gusano cayó,
y una trucha, saltando de repente,
voraz se lo tragó.
Un martín-pescador cogió a la trucha
con carnivoro afán;
y al pájaro después, tras fiera lucha,
lo apresó un gavilán.
Vengando esta cruel carnicería,
un diestro cazador
dio un tiro al gavilán, que se comía
al martín-pescador.
Pero, ¡Ay!, al cazador desventurado
que al gavilan hirió,
por cazar sin licencia y en vedado,
un guardia le mató.
A otros nuevos gusanos dará vida
del muerto la hediondez,
para volver, la rueda concluida,
a empezar otra vez.
¿Y el amor? ¿Y la dicha? Los nacidos
¿No han de tener más fin
que el de ser comedores y comidos
del Universo en el atroz festín? ...
Ramón de Campoamor
(1817-1901)
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